Asentada sobre la desembocadura del río Bidasoa, Hondarribia es un municipio de larga tradición marinera y turística que coincide con el "finis terrae" de Guipuzcoa.
Su situación en la frontera natural con el país galo le ha obligado durante siglos a permanecer vigilante, por eso sus monumentos tienen mucho que ver con el arte de la guerra.
Declarado Monumento Histórico Artístico, las casas blasonadas, palacetes y edificios singulares del casco antiguo de Hondarribia conforman un conjunto único.
Sus calles lucen espectaculares aleros y balcones
con un brillo especial donde todo se llena de color
y detalles enormemente bellos.
En lo mas alto del municipio se sitúa la Plaza de Armas donde se levanta el Castillo del Emperador Carlos V,
pétrea fortificación que alberga el Parador Nacional de Turismo.
Justo al lado, se encuentra la parroquia de Santa María de la Asunción
construida en estilo gótico del siglo XV
con amplia portada
y una torre barroca del siglo XVIII.
Bajando por la Calle Mayor llama la atención la gran fachada barroca del Ayuntamiento del siglo XVIII que exhibe dos escudos de armas de la ciudad con un largo balcón sobre grandes arquerías.
El Palacio Casadevante y el Palacio de Zuloaga se encuentran en la misma calle
de infinitos balcones
bien ornamentados.
Al final de la calle
llegamos hasta la Puerta de Santa María
una de las dos entradas principales que tenía el municipio con el Cubo de Santa María del XVI
y sobre el arco, el escudo de la ciudad del año 1694.
Desde aquí podemos observar un bonito tramo de la Muralla Medieval que rodea la ciudad
con arcos maravillosos
y las garitas de vigilancia.
Volvemos a introducirnos por sus bellas calles
descubriendo escudos nobiliarios
y estupendas imágenes que confluyen en la bonita torre de Santa María de la Asunción.
De repente nos encontramos en la hermosa Calle de San Nicolás con fachadas en la que la hiedra ha colonizado toda su superficie.
Personalmente, es una de mis calles favoritas por su bella arquitectura
y su ambiente cromático.
Desde la Calle Juan Laborda
atisbamos imponentes casas que combinan
con singulares rincones.
Hemos llegado a la Plaza de Guipuzcoa
de reciente construcción
y bella estampa,
accediendo por unas escaleras de mampostería
y donde seguimos descubriendo mas casas nobiliarias
bonitas portadas
e infinidad de escudos,
donde las flores
crean un ambiente muy acogedor.
Con un sol que lucha contra el ejercito de nubes,
logra por momentos ganar terreno
mientras nosotros nos acercamos
a la Calle de Santiago de Compostela
abandonando el casco antiguo
y dirigirnos hacia el Barrio de la Marina.
Este núcleo marinero es el mas antiguo de la villa
y ofrece el ambiente mas popular de Hondarribia.
La Calle de San Pedro está jalonada de típicas casas marineras
pintadas con alegres colores
y son el lugar ideal para comer un buen aperitivo y relajarse en un profundo paseo.
De nuevo regresamos a la Muralla medieval
defendida por varios baluartes
y que rodea el perímetro del casco antiguo.
Construida en mampostería de caliza y piedra
llegamos al Baluarte de la Reina, altivo y portentoso
y ya en la Calle Murrua
nos introduce en una zona de estanques,
fuentes y jardines
que nos abren paso, entre monumentos y estatuas
a los alrededores de Santa María de la Asunción.
Quedan mas cosas por ver, pero lo mas bonito de Hondarribia ha quedado clavado en nuestras retinas.
Saludos de Lanchero desde Pueblos y Lugares.
Su situación en la frontera natural con el país galo le ha obligado durante siglos a permanecer vigilante, por eso sus monumentos tienen mucho que ver con el arte de la guerra.
Declarado Monumento Histórico Artístico, las casas blasonadas, palacetes y edificios singulares del casco antiguo de Hondarribia conforman un conjunto único.
Sus calles lucen espectaculares aleros y balcones
con un brillo especial donde todo se llena de color
y detalles enormemente bellos.
En lo mas alto del municipio se sitúa la Plaza de Armas donde se levanta el Castillo del Emperador Carlos V,
pétrea fortificación que alberga el Parador Nacional de Turismo.
Justo al lado, se encuentra la parroquia de Santa María de la Asunción
construida en estilo gótico del siglo XV
con amplia portada
y una torre barroca del siglo XVIII.
Bajando por la Calle Mayor llama la atención la gran fachada barroca del Ayuntamiento del siglo XVIII que exhibe dos escudos de armas de la ciudad con un largo balcón sobre grandes arquerías.
El Palacio Casadevante y el Palacio de Zuloaga se encuentran en la misma calle
de infinitos balcones
bien ornamentados.
Al final de la calle
llegamos hasta la Puerta de Santa María
una de las dos entradas principales que tenía el municipio con el Cubo de Santa María del XVI
y sobre el arco, el escudo de la ciudad del año 1694.
Desde aquí podemos observar un bonito tramo de la Muralla Medieval que rodea la ciudad
con arcos maravillosos
y las garitas de vigilancia.
Volvemos a introducirnos por sus bellas calles
descubriendo escudos nobiliarios
y estupendas imágenes que confluyen en la bonita torre de Santa María de la Asunción.
De repente nos encontramos en la hermosa Calle de San Nicolás con fachadas en la que la hiedra ha colonizado toda su superficie.
Personalmente, es una de mis calles favoritas por su bella arquitectura
y su ambiente cromático.
Desde la Calle Juan Laborda
atisbamos imponentes casas que combinan
con singulares rincones.
Hemos llegado a la Plaza de Guipuzcoa
de reciente construcción
y bella estampa,
accediendo por unas escaleras de mampostería
y donde seguimos descubriendo mas casas nobiliarias
bonitas portadas
e infinidad de escudos,
donde las flores
crean un ambiente muy acogedor.
Con un sol que lucha contra el ejercito de nubes,
logra por momentos ganar terreno
mientras nosotros nos acercamos
a la Calle de Santiago de Compostela
abandonando el casco antiguo
y dirigirnos hacia el Barrio de la Marina.
Este núcleo marinero es el mas antiguo de la villa
y ofrece el ambiente mas popular de Hondarribia.
La Calle de San Pedro está jalonada de típicas casas marineras
pintadas con alegres colores
y son el lugar ideal para comer un buen aperitivo y relajarse en un profundo paseo.
De nuevo regresamos a la Muralla medieval
defendida por varios baluartes
y que rodea el perímetro del casco antiguo.
Construida en mampostería de caliza y piedra
llegamos al Baluarte de la Reina, altivo y portentoso
y ya en la Calle Murrua
nos introduce en una zona de estanques,
fuentes y jardines
que nos abren paso, entre monumentos y estatuas
a los alrededores de Santa María de la Asunción.
Quedan mas cosas por ver, pero lo mas bonito de Hondarribia ha quedado clavado en nuestras retinas.
Saludos de Lanchero desde Pueblos y Lugares.
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